Los hongos forman parte esencial en el proceso de creación de nueva vida. Ningún nuevo organismo es creado sin antes haber tenido contacto con baterías, microorganismos y demás actores biológicos. El papel del Reino Fungi se basa en la descomposición de esta materia mientras estas liberan formas de nutrientes que alimentan nuevas redes de vida.
El contenido de la materia orgánica para los suelos ha sido analizada con mayor énfasis en el último tiempo a causa de su incapacidad para compensar con insumos sintéticos su pérdida de fertilidad ocasionada por cambios en el tiempo.
Se han realizado análisis a los suelos que concluyen que una existe una mayor cantidad de microorganismos que permiten a los nutrientes reciclarse con más facilidad.
En este proceso, los hongos y en particular las micorrizas pasan en constante comunicación con las raíces. En 1996, el investigador E. Elmholt encontró mayor abundancia de hongos saprófitos con capacidades más altas para descomponer la materia orgánica.
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Para José Manuel Arce, especialista en el y dueño de Sociis Plantae, empresa dedicada a la aplicación de hongos en la agricultura, esta técnica aún es poco conocida a pesar de ser el futuro de la agricultura orgánica.
Etimológicamente, micorrizas es una palabra compuesta por dos palabras griegas donde mycos, quiere decir, hongo y rizhos quiere decir raíz.
“Las micorrizas hace simbiosis con las raíces. Viene a funcionar como un booster que brinda una fuerza extra para que las plantas adquieran mejor sus nutrientes”, afirma.
En consistencia, las micorrizas son una especie de tierra arenosa que se coloca de diferentes maneras, ya sea a la hora del trasplante o una vez que las plantas estén en crecimiento. Lo que varía es su forma de aplicación. Es importante un buen sustrato en la tierra potenciar su capacidad.
¿Qué beneficios aportan las micorrizas a las plantas?
La ciencia detrás de los hongos llama la atención ya que gracias a estos, la planta puede extender su ámbito de enraizamiento hasta 200 veces en su tamaño. Así también logra que el fósforo, nitrógeno, potasio y calcio, puedan ser obtenidos con mayor facilidad por las raíces.
“Esta asociación lo que hace es facilitarle a la planta la absorción de nutrientes y de agua, por lo tanto, actúa como una especie de biofertilizante natural. Además, estas nos protegen de posibles enfermedades que se puedan causar por hongos que viven en el suelo”, comenta.
Otra de las ventajas, es la vigorosidad con que la planta empieza a crecer una semana después de aplicados los hongos. Mediante la absorción de azúcares carbohidratos como la sacarosa y la glucosa, son transportados dentro del sistema de la raíz hasta las hojas.
Como resultado, la planta obtiene mayores recursos para alimentarse del agua y de los nutrientes. Esto sucede a causa de la expansión de las raíces la cual la hace más atractiva para la extracción mineral.
Otro de los beneficios principales es que si estás en lugares tropicales donde el calor, el frío, la lluvia y la sequía es una constante, las micorrizas tienen la capacidad de proteger a la planta de situaciones graves de estrés, esto puede estar relacionado a la capacidad de estas de producir la glomalia, un componente importante para los suelos.
Es importante reconocer que estos hongos se comportan de una manera productiva en suelos completamente orgánicos, ya que esta es su característica. Asimismo, por cada plántula, José Manuel Arce recomienda utilizar 3 gramos que pueden ser esparcidos dentro de la raíz a la hora del trasplante, o a los alrededores una vez que la planta está arriba.
Las micorrizas no son exclusivas de los cultivos de cannabis. Hoy día el número de productores utilizando este tipo de productos científicos está en aumento ya que logra resultados rápidos y a bajo costo.
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