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¿Se considera el fumado de cannabis una forma de consumo terapéutico?

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A medida que el tema va tomando seriedad en distintos círculos médicos y clínicos, una pregunta divide los debates: ¿Fumar cannabis es o no es medicinal?

Con el afán de establecer una diferencia entre el uso médico y “recreativo”, se han establecido diferencias de forma que no logran resolver el asunto.

Un grueso de la población preocupada por el aumento del consumo afirma que se ha creado una falsa percepción de que el cannabis es inofensivo por medio de la información que promueven algunos medios de prensa.

Esta disposición obedece al discurso de que el cannabis es una «planta alucinógena» debido a la psicoactividad producida uno de sus componentes químicos delta9tetrahidrocannabinol (Δ9-THC).

El Δ9-THC es quizá uno de los cannabinoides más importantes de esta planta. Esa popularidad ha llevado a algunas casas a desarollar medicamentos sintéticos, no siempre efectivos, como el Sativex, Cesamet o Marinol.

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De la planta natural, adherido al receptor Cb1 en el cerebro la planta es capaz de producir psicoactividad ya sea por medio del fumado o de la vía oral.

El Δ9-THC tiene se comporta similar a los endocannibinoides –cannabinoides producidos naturalmente por el cuerpo- e interfiere en procesos importantes como el apetito, cansancio, estrés, sueño y sexualidad.

Las variedades de cannabis producidas con fines lúdicos, son ambientadas de tal forma que este componente tenga altos porcentajes de concentración llegando en algunos casos hasta 32%.

En este tipo de casos, el efecto psicoactivo sin duda es más potente, más no «alucinógeno». Tampoco existe un objetivo médico controlado para su producción en los que se toman en cuenta otros paradigmas de cultivación.

Efectos medicinales del THC fumado

Los efectos medicinales del THC son innegables dentro del espectro de compuestos de la planta del cannabis. Sin entrar en amplios detalles, el cannabis medicinal se suele cultivar dentro de ambientes controlados, cuyo objetivo médico está pre establecido desde la genética de la variedad que se está sembrando.

Contrario al pensamiento popular, el fumado limita los efectos terapéuticos que pueda experimentar un paciente, principalmente por los cambios que suceden mediante la combustión y la afectación de las concentraciones de todos los cannabinoides.

Si bien se ha comprobado que el THC es capaz de llevar a las células cancerígenas a la apostosis (muerte celular programada), esto no quiere decir que sea por medio o que funcione de la misma manera con el fumado.

De la misma forma sucedería con los casos de cáncer de piel donde más bien el cannabis debe de aplicarse en la herida de manera focal, por medio de aceite.

El cuerpo absorbe de mejor manera los cannabinoides por medio de extracciones, comestibles e incluso la planta cruda.

¿Alivio inmediato?

A pesar que el fumado no es considerado una buena forma de consumirlo con fines medicinales, esto no quiere decir que no lo sea del todo. Muchos pacientes han demostrado que esta alternativa ha funcionado para sus condiciones.

Harborsidehealth Center, un dispensario especializado en cannabis medicinal de California, considera que si bien este es el método tradicional, debido a que el fumado de cualquier tipo de planta es perjudicial -según los médicos- se recomiendan “vaporizadores o comestibles” para los pacientes.

Según testimonios recolectados por MCN, la mayoría de los casos en los que el fumado es una alternativa que ha funcionado, se relacionan a malestares relacionados con la inflamación de los músculos, dolores reumáticos o insomnio.

El testimonio de la costarricense Ligia Jiménez comprueba que dos subidas de un cigarrillo de cannabis ayudaría a disminuir los malestares producidos por la fibromialgia.

“Me he dado cuenta de que las variedades potentes no me benefician. Recurro a variedades naturales u orgánicas”, comenta Jiménez sobre el tema de los porcentajes de THC que tienen algunas plantas.

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Vaporización VS Fumado

La ciencia de los cannabinoides ha permitido identificar cuáles son los puntos de ebullición adecuados para conservar la estructura de cada uno de ellos. A partir de entonces, se utilizan vaporizadores con capacidad de regular la temperatura ya sea por medio de aceites o flores de cannabis.

En el caso de la combustión común, ya sea por encendedor u otra fuente de fuego, existe el problema de que muchos de los cannabinodes son quemados a la misma temperatura, desperdiciando o cambiando aquellos que pueden ser beneficiosos dentro del padecimiento de un paciente.

La manera en que el usuario se acerque a esta planta va a depender de las necesidades a las que se enfrenten. Y esta es una de las razones por las que en los países que no cuentan con una regulación, están limitados al momento de procurar el bienestar de las personas que deseen utilizar cannabis medicinal.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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