La industria del cannabis en Canadá se enfrenta a una seria crisis. De acuerdo con los datos recopilados por Health Canada, los negocios tuvieron que destruir más de más de 425 millones de gramos de cannabis marcando un aumento del 26% en la pérdida de cultivos desde la legalización.
A pesar de que se trata de un tema multifactorial, los expertos coinciden en que responde a un exceso de producción y de subproductos invendibles. «Se produce demasiado cannabis y no hay suficiente demanda para consumirlo», dice el consultor de cultivos Stewart Maxwell al medio High Times.
Además, Health Canada agrava el problema ya que una de sus regulaciones consiste en empaquetar los productos antes de que salgan a la venta lo cual en el caso de las flores y los extractos presenta una situación complicada si el flujo de ventas disminuye a causa de la competencia con otras empresas.
Aunado a esto, los productos mal etiquetados o contaminados son retirados del mercado incrementando la tasa de destrucción, de acuerdo con los expertos.
Este tratamiento tan estricto a este cultivo que en realidad no tiene tanta nocividad para la salud va en contra de los pilares ambientales que promulgaban los empresarios canadienses. Ya que estas constantes destrucciones no solo se pierden con el producto final, sino que no se retribuyen ambientalmente al gasto ejercido en agua, energía y tierra.
Esta situación aún no se corrige y es un riesgo para la situación interna canadiense que promulgaba leyes tan fuertes entorno al tema que los ha llevado a destruir miles de millones de dólares.
«El exceso de producto en el mercado es completamente un factor de sobreproducción impulsado por la exageración de la inversión», dice Maxwell.
El exceso de la oferta también tiene que ver con especulación que generaron los inversionistas canadienses en el negocio. Por tanto, los mayores perdedores son los socios comerciales, la reputación de la industria y el ambiente. Esto último generado ya que la destrucción de los excesos de producción tiene que ser incinerados, y compostados con una mezcla de arena para gatos, de acuerdo con las regulaciones de Health Canada.
Esta especulación masiva y expansión que intentaban hacer las empresas norteamericanas también permeó por toda Latinoamérica ya que había intenciones claras de monopolizar la industria fuera de sus fronteras. No obstante, no solo sucedió en Canadá, también la masificación de los cultivos en Estados Unidos ha causado una baja en los precios que repercute en la calidad de los productos.
Esto ha repercutido en la destrucción de millones de libras de flores de cannabis dejando en números rojos y en casi la quiebra de los inversores, agricultores y diferentes empresas. En un nivel más profundo, el sueño de los agricultores se ha visto opacado por la realidad de la legalización y los ha llevado a retirarse de la industria que ellos mismos fundaron.
Aunque no existe una solución fácil para el exceso de oferta en el mercado del cannabis, la conciencia del problema y la recopilación de datos pueden ayudar a prevenir la sobreproducción y reducir la destrucción de los cultivos.