Muchas predicciones confirmaban lo que sucedió ayer por la noche. El mundo despierta hoy siendo otro.
Millones personas votaron en Estados Unidos propuestas que pretendían establecer mercados regulados de cannabis en diferentes puntos clave de ese país.
Ahora, uno de cada 5 estadounidenses vivirá a partir de ahora, en un Estado con leyes que protegen la autodeterminación y la medicina libre de cargas farmacológicas: en la mayoría de iniciativas votadas se permite el cultivo personal de hasta 6 plantas.
Estas fueron las iniciativas aprobadas:
Recreativo
*Nevada, 3 millones de votos.
*California, 39 millones de votos.
*Massachusetts, 7 millones de votos.
*Maine, 1 millón de votos.
Medicinal
*Florida, 20 millones de votos.
*Dakota del Norte, 750,000 votos.
*Montana, 1 millón de votos.
*Arkansas, 3 millones de votos.
Arizona,perdió, como era de esperarse, ante la campaña en contra que fue financiado en parte por millones de dólares provenientes de casas farmacéuticas como Perdue Pharma o Insys Therapeutics.
Esta nueva configuración del cannabis en Estados Unidos ha tenido el visto bueno por un gran número de medios de comunicación quienes califican la noche como histórica.
Tuvieron que pasar 80 años de trabajo, ciencia, criminalización, sangre y activismo para que la sociedad de ese país pudiera volver a abrirse y respaldara políticamente la legalización.
El total de los votos alcanzados representa a más de 70 millones de personas.
Con la legalización en California, la prohibición federal podría tener los días contados. Dependerá de las molestias que le genere al presidente electo Donald Trump.
La pregunta es: ¿Qué tanto interferirá su administración en las políticas de los Estados?
Estamos ante el patrón por el cual cayó la prohibición en 1933. La resolución de la Enmienda 21 determinó que la importación de licor “quedaría en manos de la regulación de cada Estado, tal y como sucede hoy día en el marco de las legislaciones internas.
La Administración de Barack Obama, mantuvo la línea y dejó durante los últimos 4 años que cada Estado decidiera por su cuenta.
Volvió a ver al lado, movidos por diversas razones por los que no sostiene la guerra esta planta: hacinamiento, racismo, división y la creación de una nueva industria multimillonaria.
Ahora, el panorama de un senado republicano provoca una incertidumbre sobre el futuro.
Mientras esto sucede, millones de personas celebran en el mundo una victoria a favor de la salud y los derechos humanos.