El Cannabis es una de las primeras plantas con las que el ser humano tuvo contacto. Fue desde China que se extendió por el Medio Oriente hasta entrar en Egipto, los países árabes, India hasta llegar a Jerusalem y de ahí al resto del mundo.
Por las razones que hayan sido, la planta fue quitada de las inscripciones bíblicas a pesar de tener referencias explícitas . Numerosos profesores y académicos se han encargado de realizar comparaciones históricas para demostrar que efectivamente se trataba un error en la traducción de la palabra original proveniente del hebreo.
El profesor Carl Ruck de la Universidad de Boston es mejor conocido por su trabajo en el los estudios mitológicos de las religiones y el uso psicoactivo de sustancias que envuelven sus ritos religiosos. Apunta que el Cannabis estaba activamente presente en la “Tierra Santa”, y que su nombre en hebreo se entiende como Q’aneh Bosm que fue traído a la lengua hebrea a través del término «Qunubu» de los Asirios.
Se ha dicho que los rituales llevados a cabo en la cultura Asiria donde se utilizaba el cáñamo como un incienso en el Siglo VII y VIII fueron imprimiéndose en la cultura hebrea a través también de la popularidad que empezó a tener esta planta en el Medio Oriente.
La evidencia arqueológica más notable de que el Cannabis es utilizaba en Israel fue una tumba datada del Siglo IV encontrada en la ciudad Beit Shemesh entre Jerusalem y Tel Aviv. En ella encontraron una cantidad de 6, 97 gramos de Hachís conservado gracias al proceso de carbonización.

Por otro lado, una antropóloga polaca llamada Sula Benet estudió las referencias hebreas del Cannabis. Puntualmente, dicho tópico fue tratado en dos de sus ensayos “Rastreando una palabra en diferentes idiomas” en 1936 y “Difusión temprana y usos parentales del Cáñamo”.
Otros autores como el Dr. Ethan Russo, Chris Bennett o Carl Ruck han comparado estudios para comprobar la veracidad de estos estudios.
Las referencias del Kaneh Bosm en el Antiguo testamento tienen que ver con inciensos, ungüentos, celebraciones religiosas, e intoxicaciones. Según la antropóloga la palabra fue mal traducida del hebreo (qa’neh bosm) al griego como “calumus” que es conocida por otros valores que no tiene tanto fundamento con los usos descritos en la Biblia.
Esta traducción ocurrió en la versión griega más antigua datada en el tercer siglo A.C. Posteriormente, los errores volvieron a ser transcritos en las traducciones de Martín Lutero. Otra de las razones por las que se considera que esta no era la planta mencionada en la Biblia, es porque el Kaneh se describe como una semilla de fibra para la comida. El Cálamo no contiene características de este valor en específico.
La primera referencia directa al Cáñamo se encuentra en el Génesis 41:22:
“Vi también, soñando, que siete espigas crecían de la misma caña, llenas y hermosas”.
Esta es una referencia a la hoja del Cáñamo pues la hoja del Calamus – Caña aromática– no calza con esta caracterización. Otra de estas referencias apunta que la palabra “kaneh” en el sentido de cáñamo se utiliza en lugar de junco entre los hebreos y además era tradición enterrar a los muertos con camisetas de “kaneh”. LO cual calza perfectamente con las prácticas funerarias en culturas como la egipcia y la China.
Lea: Uso del Cáñamo en la Antigua China
Otra referencia la encontramos en Ezequiel 40:3 “Cuando me llevó allá, vi un hombre que parecía ser de bronce. Llevaba en su mano una cuerda de lino y una vara para medir; estaba de pie junto a la puerta.”

Los estudiosos afirman que la cuerda de cáñamo era como instrumento para medir según las inscripciones Asirias que a su vez tenían conexiones con inciensos y otras actividades que incluyen el Cannabis.
Los datos comparados apuntan que es posible que en lugar de una cuerda de lino se esté hablando de una de Cáñamo que es la que utilizaban comúnmente aquellos que estaban relacionados con rituales y plantas.
En el libro Die Flora der Juden, el alemán Rabbi Immanuel Low dice que los judíos utilizaban las semillas de cáñamo como fuente de proteína. Esto lo descubre mediante a comparaciones lingüísticas. Lo anterior también es discutido por la organización de estudios hebreos de la Biblia “Navigating the BIble” en los que se hace referencia también a mala mala traducción griega de la palabra Kaneh Bosm por Calamus.