El dolor, uno de los peores padecimientos que agobia a las personas que lo sufren y que puede convertir cualquier enfermedad en una completa pesadilla. Muchos tienen que sufrir no solo por el dolor, sino también por los tratamientos que existen actualmente para aquellos dolor intensos (crónico/neuropático), como la morfina y diferentes narcóticos, los cuales no solo producen efectos que cambian la calidad de vida de los pacientes, también tienen alto potencial adictivo, creando nuevos problemas para los pacientes.
En 2010, la Universidad McGill, en Canadá, realizó un estudio con Cannabis Medicinal, para ser especifico con D9-THC contra el dolor crónico. En este estudio se tomaron 21 pacientes que padecían de este mal y se les pidió que calificaran su dolor en una escala de 11 puntos antes y después de cada dosis. El promedio antes de la dosis fue de 6.1, mientras que después de una dosis de 25mg con 9% THC, reportaron un promedio de 5.4. Además mejoró la calidad del sueño, haciéndolo más fácil, rápido y más somnoliento.
Pero el THC no es la única sustancia que tiene el Cannabis Medicinal para atacar el dolor, también el CBD tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que le permiten disminuir el dolor en pacientes.
El CBD al ser un antagonista de los receptores CB1 y CB2 (principalmente este ultimo), en dosis precisas puede aumentar la sensibilidad de estos receptores y aumentar los efectos analgésicos del THC en pacientes.
Estas dos sustancias pueden ser de gran ayuda para este tipo de padecimientos y además ser un gran reemplazo para los narcóticos utilizados actualmente. Ambas sustancias (CBD y THC) pueden ser utilizados de forma independiente pero definitivamente lo mejor es utilizarlas en combinación.
El cáncer es una enfermedad que provoca múltiples afecciones en los pacientes, y una de estas es el dolor. Los pacientes son tratados con dosis elevadas de morfina, que hasta en algunas ocasiones no tiene un buen efecto sedativo. Es aquí donde muchos han decidido dejar de usar los medicamentos actuales, que no les ha funcionado y empiezan a buscar alternativas, donde encuentran un amparo y un refugio a una buena calidad de vida.
Fuentes:
en Costa Rica. 
