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Concentrar, purificar, extraer y recolectar cannabis: una breve guía

¿qué son los concentrados de cannabis, y hasta qué punto purificar es potenciar?

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Concentrar cannabis es tradición vieja, con nueva ciencia.

Es tan sencillo extraer hachís que los ancestros lo hacían de manera muy sensible y rudimentaria: fregando las manos con la superficie resinosa de las flores hembra. Después de un rato la resina que se adhiere a la piel es gruesa suficiente para formar una pelota solida al frotarse de manos. 

De manera amplia hachís puede ser entendido como el producto de la separación de las “cabezas” de los tricomas glandulares desde las partes vegetales de las flores hembra de cannabis.

 Por suerte esas cabezas están afuera de la superficie vegetal, colgados por un tallo frágil. Lo que facilita su recolección. Si imaginamos por un segundo a los tricomas como frutos de un árbol, basta una buena sacudida para que se caigan los frutos más maduros.

Sólo que con la sacudida también se tiran hojas secas, pedazos de ramas, algún insecto que esté por allí, entre otras “impurezas”.

¿Puro o concentrado?

Desde tiempos ancestrales producir hachís significa derribar y separar los frutos de las impurezas. Cuanto más puro el hachís, menor proporción de impurezas frente a la de cabezas de tricomas (o frutos, para seguir la metáfora) en el producto final.

La definición se mantiene, pero bien las maneras de llegar a ella se re-diversificaron. Sobre todo, en los últimos 15 años, aprendimos a disolver la cascara del fruto para mezclar su interior en solventes volátiles para recuperar el puro puré después de la evaporación del solvente. También exprimirlo con tanta presión que la pulpa explote expulsándola por encima de todo vegetal y a través de una malla hacia la pureza pulcra del papel pergamino colector.

Los procesos se diferencian por su naturaleza, no necesariamente por la técnica. Así, ambos rosin y BHO son extracciones (aunque técnicas muy distintas), pues extraen la materia del interior de la cabeza del tricoma.

La ancestral recolección también fue recreada: la técnica bubble hash usa el agua fría y el frotar de hielos para crear el movimiento necesario para la caída de los tricomas, que se recolectan y se separan del detrito vegetal a través de mallas finas.

  Si hablamos de concentrados, serían todo y cualquier tipo de producto que contiene mayor concentración de resina que los limites naturales de las flores (5% – 30%), o sea todo lo anterior y un poco más.

Los aspirantes a Walter White extrapolaron los limites naturales sin duda. Entre destilaciones fraccionadas y recristalizaciones si pudiesen separar el alma del cuerpo solido del THC lo harían, con tal de purificar. Esos productos llegaron al mercado de forma masiva. Al final, THC puro es THC puro, no importa de dónde vino, ¿cierto?  

Sólo después de la relativamente reciente y recurrente comprobación de que los cannabinodes son mejores juntos y trabajando en equipo con otros elementos como los terpenos, quedó claro que pureza no es todo. El THC o CBD no son super héroes, son capitanes de una tripulación biológicamente sincronizada. Sin la cual no se puede llevar la embarcación. Separar y purificar al máximo finalmente empezó a perder relevancia. 

Por lo tanto, hay un límite hasta adonde llegar cuando purificamos, y ese límite no es solo poético-hipotético, pero también físico-material: adentro de la fina cutícula que protege la cabeza del tricoma es todo indispensable. Lo de afuera, indeseable.

Hay quien argumente que después de separar las piezas, siempre se puede reensamblar la máquina, pero diferentemente de una embarcación construida por el ser humano, la nave natural es una compleja combinación única y coherente.

Así como los humanos que las consumimos. Somos combinaciones únicas, consumiendo otro grupo de combinaciones únicas. Al final, ¿a qué realmente sirve la uniformidad, la homogeneidad, y la estandarización? ¿O a quién?

Las farmacéuticas y la grande industria todo el tiempo pautan esos conceptos. La matemática financiera logístico-productiva y la distribución masiva lo requiere casi como único parámetro necesario, y así lo presentan los grandes medios de comunicación.

Llegaron tan lejos, que muchos gobiernos permiten la importación, o alguna empresa nacional, pero limitan como pueden la auto producción o la producción colectiva. Eso esteriliza el potencial de la medicina de cannabis.

Si tomas algo como medicina es su responsabilidad conocerla. Te pueden ayudar profesionales de la salud y de otras áreas, a encontrar un camino, a guiarte. Pero al final eres la responsable de tu propio consumo. Así que, en materia de concentrado, consumiendo o produciendo, mejor concentrarse en la búsqueda del desempeño único, que del único desempeño.

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ESCRITO POR: REDACCIÓN

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