Costa Rica: Show mediático busca desacreditar a ex ministra de salud

Hoy Carlos Alvarado, debería tener vergüenza de ser presidente.
Compartir:

https://www.facebook.com/mccrorg/videos/1901645143242603/

Editorial. A las 8 de la mañana, la Policía de Control de Droga tiró los portones e ingresó con fusiles a la casa de la ex ministra de salud, Giselle Amador.

Como si tratase de una criminal, registraron su casa de manera violenta, provocando daños morales a sus nietos, hijos y familiares. La policía no encontró lo que buscaba. Una prueba, un aceite o algo que la incriminan con un supuesto grupo dedicado a la elaboración de concentrados.

El gobierno de Carlos Alvarado, ha salido en defensa de la humillación pública sufrida a la imagen de la doctora, para justificar una salida que estuvo influenciada por la presión tabacalera, según reconoce Amador.

La prensa servil, como era de esperar, ha reproducido sumisamente los comunicados de Casa Presidencial intencionados en dañar la imagen de una de las doctoras con mayor prestigio en el gremio médico de este país.

Vivimos en una sociedad donde el alcohol es legal, el cigarrillo es legal, comidas rápidas son legales, la adicción a las pastillas es legal, pero por cultivar una planta que es medicina te puede ir mal.

La perfecta movida del gobierno para desligarse del hecho de que por una directriz firmada por la entonces ministra que impedía a las tabacaleras realizar publicidad de sus productos, la sacara del gobierno.

Y para la Fuerza Pública para justificar su presupuesto anual.

En la Costa Rica actual, hay un lobby político para que empresas extranjeras monopolizen la producción de cannabis medicinal. Pero se priva de libertad a los pequeños productores locales que brindan acceso a miles de pacientes desahuciados por la Caja del Seguro Social.

Han llamado narcotraficante a la doctora Amador por hablar sobre el uso medicinal del cannabis  y por tratar de detener el avance del cáncer en Costa Rica.

Pero, hoy el gobierno es el culpable de que niños no tengan opciones para enfrentar la quimioterapia o las convulsiones.

Hoy mientras un señor con cáncer terminal pudo medicarse con esta medicina legalmente en Colombia, Chile, Estados Unidos o Canadá, otro paciente costarricense muere con dolor desahuciado en una cama de hospital.

Es una vergüenza que Costa Rica difame a personas que buscan mejorar la calidad de vida, mientras niños y adultos mueren en los hospitales sin opciones médicas efectivas.

Hoy Carlos Alvarado, debería tener vergüenza de ser presidente.

Síguenos en instagram: @mcnglobal

Compartir:

Escrito por:

Redacción