La Administración para el Control de Drogas (DEA) busca la criminalización de las extracciones de cannabidiol (CBD) en medicamentos. La noticia se dio a conocer el 14 de diciembre cuando en una maniobra repetitiva por parte de la DEA, busca establecer un nuevo código en la lista prohibitiva para “extracciones de marihuana”.
Miles de pacientes en Estados Unidos y Latinoamérica viajan o se las ingenian para conseguir el medicamento no-psicoactivo especialmente para mitigar dolores, convulsiones crónicas, inflamaciones y otras dolencias.
La DEA busca imponer un “código” que permita buscar en las extracciones otros cannabinoides como el tetrahidrocannabinol (THC). De esta manera, la oficina podrá incluir todo tipo de extracto dentro de la clasificación de la planta, prohibida a nivel federal.
Así lo han incluido en el Registro Federal.
Sin embargo, la mayoría de extractos comerciales de CBD provienen del cáñamo, variedad de la cannabis Sativa L, con 0,3% de THC, lo que lo hace técnicamente legal.
Es ahí, donde la industria se opone directamente.
2do intento punitivo de la DEA
En el 2001, representantes de esta oficina intentaron recurrir al mismo procedimiento por medio de una “regla interpretativa” en la que buscaban que todo tipo de producto conteniente de THC debería ser incluido en la Lista I de sustancias controladas a nivel federal.
Esto incluía todo tipo de aceites fueran extractos de las semillas de cáñamo u otros productos derivados de la planta.
El caso que tomó dos años en ver resultados, fue negado por la Corte. La unión de las compañías productoras y con permisos de cáñamo logró que determinara que este tipo de interpretación debe ser adoptada por el Congreso.
La corte declaró que la DEA no tiene autoridad de regular por si mismos las sustancias.
Soy paciente: ¿Me voy a ver afectado?
Primero es importante tomar en cuenta que además del caso del 2001, la Enmienda Rohrabacher-Farr prohíbe a la DEA influir en las regulaciones internas de cada estado con respecto al tema y, por otro lado, la conocida Farm Act cuyo interés es permitir la producción estatal de cáñamo para usos industriales.
De esta forma, a pesar de que el registro de la DEA haya determinado un nuevo estatus de legalidad para el CBD, la interpretación de un juez federal puede determinar lo contrario de lo que determinen los oficiales de esta oficina.
Pareciera que, hasta el momento, el campo de las importaciones se mantiene bajo las mismas condiciones actuales. Especialmente, en aquellos países donde se ha autorizado la importación por medio de casas farmacéuticas.
Asimismo, medios estadounidenses confirman que un grupo de abogados de la industria podría lanzar una demanda en conjunto en los próximos meses. Esto, el caso del 2001 y la reciente lucha perdida de la DEA contra el Kratom será la estrategia de contrataque contra el nuevo aleteo de la institución.
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en Costa Rica. 
