El ejército militar italiano planea producir 700 kilogramos (1,543 libras) de cannabis de alta calidad durante este año, casi la mitad de los 1,500 kilogramos (3,307 libras) requeridos anualmente en el país para aquellos que necesitan alivio del dolor, como las personas con cáncer o enfermedad de Parkinson.
Italia está tomando medidas para ser autosuficiente en la industria legal del cannabis mediante el cultivo de plantas utilizando nutrientes secretos en salas gestionadas con precisión militar.
Para lograr este objetivo, el ejército italiano supervisa la operación, cultivando y cosechando las plantas en una instalación del ejército de aspecto anónimo en las afueras de Florencia.
El cannabis que el Ejército aún no puede cultivar se importa de Holanda, Canadá, Dinamarca y Alemania, pero la producción está aumentando, y la operación con sede en Florencia logró 50 kilogramos en 2020 antes de aumentar a 300 kilogramos en 2022.
Al Ejército se le asignó el papel de proveedor legal de marihuana de Italia por dos razones: para producir cannabis en una instalación segura y porque el servicio armado ha estado en el negocio farmacéutico durante décadas, produciendo antídotos de guerra química y píldoras contra la malaria para los soldados.
El Ejército también fabrica los llamados medicamentos huérfanos, o sea, medicamentos para enfermedades raras o condiciones que las grandes empresas ignoran debido a las bajas tasas de producción. El servicio actualmente fabrica cuatro medicamentos de este tipo para abastecer a 3.000 personas en Italia.
A medida que aumenta la producción de cannabis, el Ejército ha registrado dos tipos de variedades de cannabis que cosecha como marcas: FM1 y FM2, que significan «Farmaceutico Militare» (o «Military Pharmaceutical» en inglés). Cada uno contiene un nivel diferente de tetrahidrocannabinol, el compuesto que le da a la marihuana su alto.
Para alcanzar su ambicioso objetivo de 700 kilogramos el próximo año, el Ejército está perfeccionando la iluminación, el riego, la temperatura y la ventilación, y está utilizando una mezcla de nutrientes secretos desarrollados internamente que se mezclan con el riego hidropónico. El laboratorio también tiene como objetivo producir aceite de oliva con infusión de cannabis en 2023, que los usuarios pueden tomar en forma de gota.
Nicola Latorre, quien dirige la Agencia Italiana de Industrias de Defensa, que supervisa la operación, explicó que “cinco empresas privadas están listas para suministrar más plantas madre, de las cuales se pueden tomar esquejes para cultivar las plantas en Florencia. Sin embargo, la operación principal no se destinará al sector privado”, agregó Latorre.
«El Estado seguirá haciendo esto para garantizar la calidad y el precio». El COVID nos hizo ver cómo la salud pública está ligada a la defensa del país y su seguridad», piensa.
Latorre cree que las actividades del Ejército facilitaron un cambio creciente hacia la participación militar en el sector de la salud pública, una tendencia acelerada por la pandemia de COVID-19, que vio al personal del Ejército instalar carpas de tratamiento y transportar vacunas.
en Costa Rica. 
