Un estudio que se realizó en la Universidad de Duke en 2012 quiso encontrar un vínculo entre el uso del Cannabis y la reducción del CI en los adolescentes. Pero según a los resultados que se obtuvieron en la Universidad de Culumbia Carl Hart, señaló que los participantes eran grandes consumidores del Cannabis, lo que los llevo a cuestionar la manera en que los resultados podían ser generalizados.
Meses después, la Universidad de Londres dio a la luz evidencia mas certera de que los resultados de la Universidad de Duke eran erróneos, ya que este estudio se realizo con una mayor cantidad de voluntarios y se obtuvo que la relación del CI (Coeficiente Intelectual) no cambia nada con las personas que consumen Cannabis, se hizo un estudio cuando tenían 8 años y luego otro cuando tenían 15 años, no se encontró ninguna reducción ni insuficiencia en el CI, teniendo en cuenta el uso del alcohol, cigarrillos e incluso el aprendizaje, no tenía relación con la reducción del CI.
«En particular, el uso de alcohol resultó estar asociado con la disminución del CI,» escriben los autores. «No se encontraron otros factores para predecir el cambio del coeficiente intelectual.»
En Reino Unido también se realizaron pruebas y un comunicado de prensa venía adjunto a este proyecto escrito por el mismo autor principal Claire Mokrysz, señalando que «este es un problema de salud pública potencialmente importante y la creencia de que el cannabis es especialmente perjudicial, puede restar atención de la conciencia y de otros comportamientos potencialmente dañinos.» Así mismo un estudiado de la Universidad de Oxford comento «el enfoque actual de los presuntos daños del Cannabis puede oscurecer el hecho de que su uso está a menudo correlacionado con la de otros fármacos aún más libremente disponibles y posiblemente el estilo de vida. Estos pueden ser igual o más importantes que el cannabis en sí «.
(Fuente: Washington Post)
en Costa Rica. 
