Esta investigación se llevó a cabo en el Centro Danés de Esclerosis Múltiple en la Universidad de Copehagen en Dinamarka. Pacientes de dicha clínica utilizaron aceites ricos en tetrahidrocannabinol (THC), cannabinol (CBD) y en combinación.
A estos se les siguió durante un periodo de 4 semanas. Al final de la tarde se les administró a cada uno de los pacientes entre 4.0 mg 7.0 mg respectivamente.
“El tratamiento con aceites de cannabis fue seguro y bien tolerado, y su resultó en una reducción de la intensidad de los dolores de los pacientes, las espasticidad y la estabilización del sueño”.
El dolor de los pacientes, según el estudio, se redujo de 7 a 4 en la escala media. La espasticidad tuvo también una mejora de 6 a 2.5 y el sueño de 7 a 3.
Estos resultados hablan bien sobre la seguridad de los extractos de cannabis ricos en varios cannabinoides.
“Esta información sugiere que el tratamiento con aceites medicinales puede ser utilizado de manera segura, especialmente en doses relativamente bajas y con una administración lenta, como un tratamiento alternativo a la esclerosis múltiple cuando la terapia convencional es inadecuada”, finaliza el documento.