Berlín. A principios del mes de noviembre se celebró en Berlín bajo el nombre de “Cannabis Normal” la primer conferencia sobre la regulación de cannabis en Alemania. Tomando en cuenta que el movimiento lleva más de 20 años de historia, el hecho que esta sea la primer conferencia de su tipo abre muchas interrogantes.
Cabe destacar que a diferencia de la visión de otras latitudes donde el movimiento de cannabis está relacionado con el movimiento LGBTI o los movimientos feministas, en Alemania impera una actitud misógina con respecto a la militancia de las mujeres en el ámbito de políticas de drogas.
El modelo hetero-patriarcal y nacionalista del trasnochado movimiento alemán, opaca el trabajo de algunos políticos y jueces que abordan el tema con la seriedad debida. Es muy curioso como en la nación germana los funcionarios y políticos tienen una visión más clara sobre la problemática que las mismas organizaciones de la sociedad civil.
Durante la conferencia de dos días desfilaron los mismos políticos, funcionarios y activistas que normalmente se encuentran en las actividades sobre regulación de cannabis. En el panel sobre las políticas de drogas a nivel internacional, al hablar sobre Norteamérica no se mencionó en ningún momento a México.
Esto es evidentemente irrespetuoso a las víctimas, es racista, demuestra la ignorancia cómplice de los académicos y activistas alemanes con la infame guerra contra las drogas.
Cuando el cliché le gana a la razón.
Es sorprendente cómo la sociedad civil de un país como Alemania no participa en el debate para la reforma al modelo internacional de fiscalización de drogas, muy a pesar de que el gobierno alemán es uno de los mayores cooperantes en el proceso Post-UNGASS.
Y es que el inmaduro movimiento no pasa de las consignas cliché que por lo general se hacen ver como grupos de potheads con consignas como la de la Global Marijuana March de este año “High vamos más a arriba”. Esta es la clase de manifestaciones públicas del movimiento alemán, sin valor político, sin incidencia pública y en la que lamentablemente se observaron símbolos nazis.
Sin duda las organizaciones latinoamericanas se encuentran muy por delante de las organizaciones alemanas. Sobretodo en cuanto a la visión estratégica en materia de incidencia pública y política, la claridad del proceso que se vive a nivel internacional y el trabajo en gestión del conocimiento.
El movimiento alemán en este tema, cuenta con muchos recursos económicos, pero cuentan con poca o nula estrategia para tener incidencia publica y politica real. Un movimiento banal y superfluo que demuestra la negación de la realidad de la cultura pothead nacionalista germánica.
La Esperanza del Movimiento de Cannabis en Alemania
Recién este año nacieron las primeras organizaciones de mujeres en el ámbito de políticas de drogas, sin embargo en vez de celebrar el crecimiento y diversidad estas iniciativas feministas han padecido del acoso y maltrato por parte de las organizaciones establecidas bajo el discurso de la “fragmentación del movimiento”, uno que en un país de 80 millones de habitantes, es casi inexistente.
La realidad es que el roll que las mujeres están asumiendo como constructoras de un nuevo modelo de fiscalización del cannabis en Alemania, sin embargo estas iniciativas corren un un grave peligro de no existir una visión clara del uso de su capital político.
Es muy interesante observar cómo también son las mujeres latinas las que hacen notar su liderazgo a la cabeza del incipiente movimiento de cannabis en el corazón de Europa.
Los Proyectos con una Visión Diferente.
A parte del fiasco de la Asociación del Cáñamo Alemán (Deutscher Hanfverband), una organización sin visión y aparentemente insostenible. Existen organizaciones y proyectos interesantes que vale la pena destacar:
- Akzept: Es la organización con más trabajo en reducción de daños y gestión de riesgos en Alemania, además son la única organización de este país dentro del Consorcio Internacional sobre Políticas de Drogas (IDPC, por sus siglas en inglés).
- LEAP: Hace dos años se fundó la agencia de LEAP en Alemania, la cual no cuenta con personería jurídica. El trabajo de LEAP a pesar de su falta de recursos y tamaño ha logrado un perfil destacado gracias a sus miembros con alto perfil en las fuerzas de seguridad y sistema judicial.
- Cannafem: Es una organización que no ha logrado cohesionarse a su interior, pero a pesar de ello ha logrado dar pie al nacimiento de otras iniciativas que están empoderando a algunas mujeres e incentivando a ejercer el empoderamiento de otras en un tema clave como lo son las políticas de drogas.
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