Un estudio conducido por la Universidad de Costa Rica (UCR) determinó que el cannabis que se comercializa en el país de forma ilegal está contaminado con diversos tipos de patógenos lo cual podría afectar directamente a las personas hipersensibles o imunosuprimidas.
La investigación que lleva por nombre “Evaluación de contaminantes mibrobianos en muestras de cannabis en Costa Rica” encontró 4 tipos de hongos: Aspergillus sp., Scopulariopsis sp, Fusarium sp y Penicillum sp y 5 especies bacterianas: Staphylococcus aureus, S. xylosus, S. lentus.
Las muestras fueron obtenidas de San José Cantón Central, Desamparados, Limón Cantón Central, Bibrí, Pérez Zeledón y Puntarenas. De esas seis muestras incautadas solamente dos de ellas cumplieron con el límite establecido por la Farmacopea de los Estados Unidos de América (USP) que no puede ser mayor de 1×10.
“El estudio realizado, del cual fui parte, determinó presencia de diferentes contaminantes que podrían poner en peligro la salud de los consumidores y los pacientes que utilizan cannabinoides con fines terapéuticos”, comentó a MCN, Jonathan Pérez, uno de los investigadores del estudio.
Las muestras de cannabis que fueron obtenidos por diferentes medios callejeros, se analizaron posteriormente en la sección de Bioanálisis, del Laboratorio de Análisis y Asesoría Farmacéutica (LAYAFA) que pertenece al Instituto de Investigaciones Farmacéuticas de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Una de las razones que apuntan los investigadores a la presencia de estos microorganismos obedece a una serie de procedimientos inadecuados a la hora del manejo agroquímico y post-cosecha, precisamente producto de la falta de controles que tiene la planta al ser ilegal.
“Las malas condiciones de secado han sido asociados con la proliferación de hongos que pueden producir alergias en personas hipersensibles o inmunosuprimidas”.
Estas malas prácticas producen, según la investigación, contaminantes microbianos que pueden producir una serie de infecciones en la vía respiratoria, esófago y una serie de males a la hora de ser consumidos vía oral o fumada.
El informe señala que la falta de “definición de políticas sobre tenencia e investigación se constituyó como una de las principales limitantes de este estudio, debido a que los permisos se otorgaron después de un trámite burocrático […] al final el permiso lo dio la Corte Suprema de Justicia, siendo la cantidad del material que se entregó muy limitada”.
Esta es una de los esfuerzos realizados por los investigadores de la Universidad de Costa Rica para debatir sobre la necesidad de establecer controles a la planta con el objetivo de que se puedan hacer investigaciones con mayor solvencia en la puesta en marcha.
“Todas las personas tienen derecho a la obtener una mejor calidad de vida. En ese sentido, creemos que este estudio debe ser tomado por las autoridades como un problema de salud pública que debe ser solventado”, afirmó Pérez.
En la puesta en marcha de otro proyecto similar de la UCR, donde se estudió el efecto analgésico e inmonumodelador del extracto crudo de cannabis, se determinó que las muestras incautadas contaban con cierto grado de contaminación. En ese contexto, los investigadores se preocuparon por determinar cuáles eran los contaminantes del cannabis de la calle.
El informe concluye que el estudio del cannabis debería ser más explícito pues es la forma más directa en la que se puede contribuir a la mejora de la salud pública.
Vea el estudio completo aquí
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