La versión del abogado Mario Cerdas sobre la acusación del Ministerio Público.
El abogado Mario Cerdas, cultivador de cannabis, es probablemente una de las personas clave para entender el estado actual del autocultivo y la situación legal de esta planta en Costa Rica.
Durante años, el abogado estudió los pormenores relacionados con la ley para demostrar ante los tribunales que con el cultivo sin fines de tráfico no se incurre en un delito, y más bien, puede ser aprovechado por los ciudadanos por sus cualidades terapéuticas, nutricionales o espirituales.
El Ministerio Público se opone a abandonar esta causa penal y por esta razón enfrentará un juicio en las próximas semanas.
Pese a que ya había sido absuelto en 2016 por este motivo, las autoridades volvieron a atacarle públicamente. Actualmente, tiene más de un año en prisión. A la espera de su juicio, Cerdas se siente tranquilo ya que asegura que no hay pruebas que lo liguen con ningún delito.
MCN habló en exclusiva con el abogado desde la cárcel. Primera Entrega:
Escuche la entrevista en audio: https://spoti.fi/34YZUjP
A casi más de un año de estar en prisión, ¿cómo se siente Mario Cerdas?
13 meses. El juicio estuvo para agosto, pero por casos COVID-19 que aparecieron se entró en cuarentena y está para el 26 de octubre o 3 tres de noviembre.
La prisión es desgastante han sido muchos meses de espera con una tramitación tortura por parte del Ministerio Público para castigarme al máximo posible con esta prisión preventiva que fue lo más grosero que me podían hacer.
Entonces desde ese punto de vista, uno es humano, se desgasta por ratos. Pero se infunde ánimo también en el convencimiento de que no se ha cometido ningún delito y que ha habido muchas irregularidades. No se me ha dado ofrecer una versión propia de los hechos.
¿Cómo se vive la pandemia en prisión?
En cuanto al COVID-19 no se estableció ningún protocolo o fue leve tardíamente. Cuando se empezaron a dar los primeros casos muy rápidamente se desbordaron todas las previsiones que tenían las autoridades acá y prácticamente dejaron esto a la libre. Por eso, nosotros los privados de libertad vimos desde julio hubo prácticamente un 100% de contagios.
Al menos, aquí en Virilla, mucha gente se enfermó. Incluso mi persona, solo que en el caso mío me dio muy leve. Pero hubo mucho compañero de dormitorio. Hubo un brote de violencia a causa de que las autoridades médicas ya no daban a vasto.
No podía aislar a más personas ya que los espacios que habían destinado para esto ya estaban saturados entonces se dejó a las personas en los pabellones donde siempre habían estado.
A este momento, ya tenemos días donde no aparecen nuevos brotes.
¿Cómo la ha afectado la situación a nivel familiar?
Mira en primer lugar el trabajo. Yo soy una persona que vivo de mi trabajo y esto me ha afectado de sobremanera desde el punto de vista, económico y familiar. Y responsabilidades que todavía tengo con una hija que apenas inicia la universidad. Esto me ha afectado mucho. La parte económica ha sido cosa seria, por eso estoy deseando que esta pesadilla pase lo más pronto posible.
¿Qué opina de que mientras usted esté pasando por esta situación, los políticos hablan de legalizar el cáñamo y el cannabis?
Yo diría que sería algo muy bueno. Ojalá que en Costa Rica haya más funcionarios públicos participen de estas iniciativas y vean el desarrollo de la producción de la planta de cannabis sativa en todos los aspectos.
Porque no solo es el alimenticio o medicinal, sino también el industrial como una actividad que venga a dar una nueva oportunidad de desarrollo a este país que tanto lo necesita.
Yo deseara, cruzo los dedos porque en los diputados aprueben este proyecto lo más ampliamente posible y sea una nueva actividad para que Costa Rica pueda superar esta crisis tan honda en la que estamos, porque si aquí esto se viera como tiene que verse, no cabe la menor duda de que sería solo para bien. Nada más hay que darle el desarrollo apropiado.
La represión en cuanto a la planta cannabis sativa es un factor que tiene a la cárcel con más personas de las que debería estar acá. Pienso que si esto se desarrollara también sería un factor para disminuir el hacinamiento de las cárceles y para que unos se integren de una manera legal y sana a esta actividad agrícola.
Cuéntenos con sus propias palabras lo que pasó. Esta es la oportunidad.
Bueno, yo inicié desde el año 2013 lo que yo consideraba después de hacer muchos estudios desde el punto de vista biológico y legal también a cultivar cannabis sativa y en poco tiempo esto me apasionó cada vez más y entre más estudios hacia más me interesaba.
Lo veía siempre como una oportunidad para la salud y como un suplemento alimenticio que deberíamos aprovechar de manera aventajada porque bien sabemos que en el 2013 y en años subsiguientes fue cuando se empezó a dar una apertura en otros países para normalizar o regular el cultivo de cannabis y aprovecharlo.
Desde que yo empecé siempre lo hice con el sano propósito de aprovecharlo de la mejor de las maneras. Sin embargo, esta conducta mía nunca fue bien recibida por ninguna autoridad especialmente del Ministerio Público.
Y ahí fue donde estuvo mi problema de tener que enfrentarme a un ministerio público que son los dueños de la parte represiva estatal. Y desplegaron toda esta máquina represiva contra mi persona.
El juicio que tuve que enfrentar a finales del 2014 y este juicio terminó con una sentencia del 30 de junio del 2016. Durante ese tiempo seguí cultivando la planta prácticamente sin ninguna preocupación.
Cuando se dio ese hecho yo seguí con la misma conducta de estudio y aprovechamiento de la planta. Personalmente, descubrí muchas formas de aprovecharla como alimento y medicina. Y ellos, un mes después de esa resolución de la sala constitucional empezaron la persecución y cacería contra mi persona de lo cual yo estaba inocente. Yo ignoraba que esa situación se estuviera dando.
Lo único es que como mi conducta siempre fue de cultivo para provecho propio, pues nunca me preocupó que eso se pudiera estar dando porque ya había superado una sentencia que claramente decía y admitía que el delito en los casos en que hubiera cultivo con fines de tráfico.
Y como los fines míos eran totalmente contrarios al tráfico de la planta más bien podríamos decir que lo contrarrestaban en la medida en que permitieran que las personas que necesitaban hacer uso de la planta lo pudieran hacer pues era combatir el narcotráfico.
Sin embargo, esa no ha sido la postura ni la tesis del Ministerio Público y ellos comenzaron con una persecución creciente y especularon con que yo pudiera estar ligado con la actividad del narcotráfico y esas especulaciones se empezaron a hacer más grandes entre los investigadores judiciales y el Ministerio Publico hasta el punto de que pidieron intervenciones telefónicas para descubrir cómo operaba el grupo criminal que supuestamente yo integraba o dirigía.
A ver quienes tenían responsabilidades o dinero. Sin embargo, ninguna de esas teorías del Ministerio Público pudo comprobarse hasta que decidieron acusarme a mí de los mismo de lo que había sido acusado 4 años atrás.
Con la pequeña variante ahora de decir que el cultivo que tenía yo era con fines de distribución con fines de distribución o suministro gratuito, porque ellos no me acusan a mí de tráfico de marihuana, sino que me acusan de una distribución que yo creo que en este país no se ha acusado nunca a nadie.
Que se acuse a alguien por el delito de cultivar por regalar las plantas o las flores, yo creo que en la historia de este país no tenemos un antecedente que ahora quieren establecer.
¿Ayudaba usted a personas enfermas?
Sigue leyendo en la segunda parte de la entrevista aquí: https://bit.ly/2GTD2KB
en Costa Rica. 
