Una ley para que las personas que sufren de diversos malestares puedan acceder a cannabis medicinal pasó fácilmente este miércoles en el Parlamento de Pennsylvania. Esto deja en manos del Senado la aprobación definitiva.
Los detractores legislativos argumentaron no estar a favor de regular una sustancia que cuenta con una prohibición a nivel federal. No obstante, para los miembros del parlamento el tema de salud en los ciudadanos es lo que definió la urgencia de la legislación.
El parlamento que votó 149-43 definirá los parámetros para el cultivo, los requisitos médicos y el tema de los dispensarios. Por el momento se sabe que la sustancia será suministrada en pastillas, aceites, pero no se permitirá flores para uso fumable.
“Hoy tuvimos la oportunidad de ofrecer esperanza a los padres de los niños, a los pacientes, les damos esperanza al permitirles, junto con los doctores, el mejor medicamento posible para tratar las condiciones con las que están lidiando día con día”, dijo el Republicano, Jim Cox.
Como en otros Estados, solo los pacientes previamente certificados por un médico podrán ser prescritos con cannabis para tratamientos en cáncer, epilepsia, esclerosis múltiple, sida, dolores crónicos, glaucoma y otros.
Se darán 25 licencias para los productores y se abrirán 50 dispensarios que serán ubicados en tres puntos importantes.
Uno de los factores que influyó en esta legislación es el caso del Republicano Jeff Pyle, quien dio un discurso sobre su lucha contra el cáncer y su miedo a que su hija pueda heredarlo.
“Vivo con el cáncer diariamente. Me dijeron que es probable que se desarrolle otra vez. Por favor dejen que mis hijos tengan acceso a esto”, comentó Pyle ante el parlamento.
Otra de las razones por las que se decidió pasar esta legislación se debe a que el mercado negro de cannabis está extendido en todo el territorio. Los legisladores han afirmado que esto se hace por el bien común de los habitantes de Pennsylvania.
Hasta el momento el número de Estados con acceso al cannabis medicinal es de 23. Tomando en cuenta que fue en 1996 que California inició con el primer programa de este tipo y que ha avanzado sin ningún problema colateral.