Ciudad de México. Hace 5 siglos, la planta de cannabis llegó a este país. Para los que son curiosos de las variedades de planta que pueden encontrarse en Latinoamérica, México puede ser un destino interesante para hacer un análisis. En esta ocasión salimos a las calles para conocer los pormenores de la movida del cannabis en el Distrito Federal Mexicano.
En apariencia todo es normal con respecto al comportamiento de los usuarios. Esto quiere decir que no existe un miedo evidente o una necesidad de esconderse. Algunas calles no céntricas pueden ser focos para que “la tira” (policía) llegue en caso de alguna denuncia de los vecinos.
En la opinión pública sigue el disconfort hacia los fumadores. Muchos de ellos se cuidan de que los vecinos puedan olfatear en algún punto el aroma que se desprende al encender un “carrujo”. Muchas veces son ellos los que llaman a la policía.
“No, pos yo creo que sigue habiendo mucho estigma con respecto a la figura de los fumadores. La apreciación semántica del “mariguano” se utiliza para nombrar cosas negativas”, aseguró Hermes Oropeza dueño de la marca de ropa mexicana Dendrita.
Por más que tengan que contemplarse estos aspectos. Las iniciativas para la reducción de daños en México son más claras que en otros países latinoamericanos. Las variedades de flor de cannabis que se consiguen como hierba de la calle permanece muy limpia y difiere en riesgos comparados con la llamada “mota prensada” cuya producción se concentra en los países caribeños.
Aquí se debe cuidar no solamente dónde sino también lo que se consume. Es por eso, que hoy día es raro para los mexicanos ver en la calle cannabis que no tenga color claro. Los precios andan entre 16 pesos ($1) por gramo y de 80 a 120 pesos ($5) por cepas hidropónicas traída de otros departamentos.
En su gran mayoría es verde claro, lo que da la sensación de que es cultivo local, pero hemos constatado que la mayoría viene de Guadalajara, Michoacán, Guerrero y Oaxaca. No quiere decir que no exista la «mota prensada», sin embargo, la demanda y la conciencia actual sobre los riegos hace que el individuo pague por mayor calidad.
Hace unos años, cada consumidor podía cargar 125 gramos sin enfrentar delito penal. Luego de la Ley contra el narcomenudeo del 2009, ese número se redujo a 5 y es cuando los problemas comenzaron. Uno de los directores de la Biblioteca Cannábica y editor de La Dosis, Carlos Zamudio, es uno de los defensores más notables en la lucha contra la extorsión.
«Es fácil para la Policía Auxiliar maquillar la cantidad decomisada para obtener dinero a cambio. La prohibición les sirve de caja chica a los gobernantes», comentó Zamudio en una conversación con este medio.
Los mexicanos son muy críticos con los decisiones del gobierno. Hoy día la discusión social toma las páginas de las revistas para hablar sobre la reciente mesa nacional entorno al uso del cannabis.
Por un lado, en el tema de cannabis medicinal, se sabe que existe la intención de que sea dejado a empresas extranjeras para que se vuelvan fármacos.
«Como lo entiende el gobierno es con productos farmacéuticos terminados. Lo cual deja fuera 500 años de tradición. Me parece peligroso que se tome de opción solo la postura del gobierno», arguyó Leopoldo Rivera, editor de la Revista Cáñamo México.
Por otro lado, persiste un sentimiento de decepción en cuanto al diálogo que se entabló para asegurar los derechos del consumidor. No obstante, los grupos activistas incitan a la población a adoptar el fallo de la Suprema Corte donde, grosso modo, se reconoce el derecho de los consumidores a consumir y cultivar con fines personales.
La regulación en México que ya de por sí es complicada, se deberá concretar pronto. Realmente es cuestión de tiempo.
en Costa Rica. 
