A pesar de su destacado papel como el tercer mayor exportador global de marihuana medicinal, Israel enfrenta un panorama complejo en su industria interna. Con más de 30 productores autorizados en todo el país, incluyendo líderes tecnológicos como Canonic de Rehovot, que emplea tecnología avanzada para desarrollar nuevas cepas con fines terapéuticos, la nación mediterránea se encuentra en un punto crucial en la evolución de su mercado de cannabis.
Paradójicamente, mientras el país ostenta esta posición de liderazgo, muchos de los aproximadamente 120,000 pacientes israelíes que cuentan con licencias para acceder a cannabis medicinal enfrentan desafíos crecientes. A medida que la industria evoluciona, los usuarios han experimentado un incremento en los costos, un aumento en los trámites burocráticos y mayores dificultades para adquirir sus tratamientos.
La obtención de una licencia de marihuana medicinal en Israel requiere que el paciente padezca una enfermedad o trastorno específico, como trastorno de estrés postraumático, dolor crónico, epilepsia o enfermedad de Crohn. Aunque la industria avanza y se diversifica, la experiencia de los pacientes en el sistema de acceso plantea interrogantes sobre la equidad y la eficiencia.
En una sociedad donde los consultores pueden agilizar el proceso a cambio de sumas considerables, algunos pacientes se preguntan quién realmente se beneficia de este sistema. A medida que los pacientes navegan por un proceso de espera que a menudo es largo y frustrante, el proceso de obtención de medicamentos peligrosos como los opioides parece ser más ágil en comparación con la adquisición de cannabis medicinal.
Aunque existen regulaciones nuevas, aprobadas por el Comité de Salud de la Knesset, que eximen a ciertos pacientes de la necesidad de obtener una licencia para adquirir cannabis medicinal, esta no es una solución completa para todos los pacientes. La industria del cannabis medicinal tiene sus raíces en Israel, donde en la década de 1960 investigadores de la Universidad Hebrea aislaron por primera vez el THC, el principal componente activo de la marihuana. Sin embargo, el sistema actual muestra una necesidad urgente de estructura y equidad.
El Dr. Arnon Afek, médico jefe interino de la Asociación de Cannabis de Israel y ex director general del Ministerio de Salud, argumenta que el cannabis medicinal debe tratarse como cualquier otro medicamento recetado. Para lograrlo, se necesita un mayor desarrollo estructural. Afek señala la importancia de cultivar cannabis medicinal bajo condiciones adecuadas, especialmente para pacientes con necesidades médicas específicas como aquellos sometidos a quimioterapia o niños con epilepsia.
Los incrementos en los precios son un aspecto ineludible en la evolución de la industria. Según Afek, los costos no pueden mantenerse en niveles históricos en un entorno médico en constante transformación. Propone considerar la inclusión de la marihuana en la canasta básica de salud, cuestionando por qué los pacientes deben asumir gastos sustanciales por un tratamiento médico.
Los extensos tiempos de espera para acceder a tratamientos también se presentan como un obstáculo significativo, un problema que va más allá del ámbito del cannabis medicinal. Afek está abocado a abordar esta problemática, buscando incrementar la disponibilidad de médicos y profesionales de la salud, y promoviendo la apertura de una institución médica avanzada en la Universidad de Reichman.
Aunque los pacientes reconocen los esfuerzos de la comunidad médica, queda claro que existen desafíos pendientes en el acceso a la marihuana medicinal. Si bien Israel ha jugado un papel fundamental en la evolución de la industria global del cannabis, el sistema interno requiere ajustes para asegurar que los pacientes puedan acceder a tratamientos esenciales de manera eficiente y equitativa.
en Costa Rica. 
