Un nuevo estudio concluyó que el tratamiento con cannabis durante tres meses se asoció con una reducción en los valores de presión arterial sistólica y diastólica durante las 24 horas, alcanzando un punto mínimo a las tres horas después de la administración de cannabis.
El estudio que fue publicado en la revista European Journal of Internal Medicine se realizó en Israel se enfocó en analizar la presión arterial, la frecuencia cardíaca y los parámetros metabólicos en los participantes.
El uso de cannabis medicinal ha aumentado considerablemente en los últimos años, especialmente entre los adultos mayores. Sin embargo, aún existe una falta de evidencia concluyente sobre la seguridad cardiovascular del consumo de cannabis.
Diseño del estudio y metodología
El estudio, llevado a cabo durante un período de tres meses, reclutó a una cohorte de 26 pacientes de 60 años o más, todos ellos con hipertensión y una nueva prescripción de cannabis.
“Se realizaron diversas evaluaciones, incluyendo monitoreo ambulatorio de la presión arterial durante 24 horas, electrocardiografía (ECG), análisis de sangre y mediciones antropométricas. Estas evaluaciones se llevaron a cabo tanto antes de iniciar la terapia con cannabis como en el seguimiento a los tres meses”, señala el estudio.
Resultados prometedores
El resultado principal de interés fue el cambio en la presión arterial media durante las 24 horas a los tres meses.
“Existe una notable reducción tanto en la presión arterial sistólica como en la diastólica. Específicamente, la presión arterial sistólica y diastólica media durante las 24 horas disminuyó en 5,0 mmHg y 4,5 mmHg, respectivamente (p<0,001 en ambos casos)”, señala la investigación.
Además, la presión arterial y la frecuencia cardíaca más bajas se registraron aproximadamente tres horas después de la administración de cannabis.
Además, el estudio observó un cambio positivo en la proporción de pacientes categorizados como «dippers normales» (individuos con una disminución normal de la presión arterial nocturna). Antes del tratamiento, solo el 27,3% de los participantes se encontraban en esta categoría, mientras que después del tratamiento aumentó al 45,5%.
No se observaron cambios significativos en los diferentes parámetros metabólicos evaluados mediante análisis de sangre, mediciones antropométricas o examen de ECG.
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en Costa Rica. 
