El cáñamo sembrado con fines de fitorremediación -limpieza de los suelos contaminados- es seguro para ser utilizado en la construcción y la producción de energía. Esta es la conclusión a la que llegaron los investigadores italianos en una reciente investigación sobre esta técnica agrícola.
Vito Gallo, Profesor de química en la Universidad Politécnica de Bario dijo que las plantas de cáñamo usadas en el proceso fitorremediación deja apenas trazas de los contaminantes en el suelo.
“El cáñamo permite una especie de dilución de los metales en la biomasa y estos resultados se ven aplicados en el material, en principio presenta limitada evidencia de causar riesgos en la salud de los humanos”, aseguró Gallo.
Según el investigador, estos hallazgos podrían ayudar a la comunidad científica a establecer niveles de concentración de trazas de materiales contaminantes para los productos a base de cáñamo.
Investigación marca Italia
Un robusto proceso de investigación está siendo llevado por los inversionistas italianos quienes quieren saber más sobre la fitorremediación.
Este proceso que consiste en una técnica en donde las raíces largas de algunas plantas, en este caso, el cáñamo; logran absorber los contaminantes del suelo que finalmente son transformadas en toxinas no perjudiciales.
De acuerdo con los especialistas, este proceso logra limpiar metales pesados y estimular la degradación de los compuestos orgánicos que enriquecen el suelo.
No obstante, la industria de cáñamo se pregunta qué hacer con estos cultivos una vez que finaliza este proceso.
Los suelos de cáñamo
La investigación en Italia sobre el tema del cáñamo y los suelos empieza desde 2002 cuando un grupo de investigadores probó este método por la primera vez. Otro estudio similar en la indu
“El uso del cáñamo para la fitoremediación no solo llevaría a la creación de un nuevo sistema agrícola ligado a la protección ambiental, sino que también podría ayudar a la creación de empleos y fuentes renovables para la comunidad, de acuerdo con los principios económicos sostenibles”, dijo Marcelo Colao, un biólogo de la Asociación Ambientalistas de Biologos de Apulian (ABAP).