El célebre activista estadounidense Jack Herer alguna vez dijo: «No sé sí el cáñamo salvará al mundo, pero es lo único que puede hacerlo.»
Luego de 40 años, sus libros ya no son ‘teorías de conspiración’, y el congreso estadounidense acaba aprobar una ley para legalizar el cáñamo industrial.
Se trata de una ley agrícola conocida como Farm Bill 2018 y contiene la ruta de producción agrícola para la siguiente década.
Entre los temas, destaca la posibilidad de los agricultores para sembrar cáñamo industrial y producir productos con CBD, componente no psicoactivo, que durante los últimos años ha tomado gran popularidad por sus usos terapéuticos.
Para ello, a partir del 2019, la Administración para el Control de Drogas (DEA) eliminaría al cáñamo de la lista I de sustancias controladas, y con ello, la prohibición federal.
Actualmente, el cannabis y esta variedad conocida como cáñamo, pertenecía a la categoría de sustancias sin ninguna propiedad medicinal y era considerada tan adictiva como la heroína.
Contra las plantas hembra, cuya resina contiene propiedades terapéuticas, regirá todavía la ley federal, mientras que más de la mitad de Estados Unidos ha legalizado su producción medicinal.
El libre cultivo de cáñamo podrá ayudar a la comunidad de agricultores que no han podido resistir a los duros controles regulatorios de los Estados que han tomado la ruta regulatoria.
La Farm Bill 2018 es un paquete de programas que se estima que también toca temas relacionados con la producción, tratados internacionales, desarrollo rural, ciencia, impuestos y conservación ambiental. Se estima que tendrá un valor de $876 mil millones de dólares en diez años.
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En cuanto al cultivo de cáñamo, la ley prohíbe el cultivo doméstico de la planta, pero deja la posibilidad estatal de control sobre el tema y sobre la distribución y producción de productos con CBD.
El cáñamo es uno de los primeros cultivos domesticados por el ser humano y ha sido utilizado durante siglos hasta que en 1937, Estados Unidos empezaron la guerra contra este bien.
En tiempos modernos, se cultiva en países Europeos y algunos americanos. De dicho cultivo se pueden producir cientos de bienes como la fibra, bloques de construcción, textiles, cuerda y hasta biodiésel.
A partir de ahora, EE.UU entra en la competencia global por el desarrollo de una industria que en otros países ya está a la vanguardia.
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